lunes, 10 de julio de 2017

Criterios y actitudes de comportamiento que nos pueden ayudar en la conversión de nuestro estilo de vida.




Claves para vivir así


Aprender a vivir lleva tiempo.
Sí, aprender a vivir lleva tiempo… y aprender a vivir de otra manera, más (por lo que supone de desaprendizaje del modo anterior).
¿Cuánto tiempo nos llevó aprender a vivir? (aunque en realidad estamos siempre aprendiendo). ¡Unos cuantos años! No pretendamos aprender a vivir de otra manera en unos meses. Como todo lo importante en la vida, esto lleva tiempo. No es fácil cambiar de mentalidad. Incluso una vez que hemos comprendido con la razón la necesidad de un cambio, todavía hay que esperar hasta que llega el momento oportuno para ponerlo en práctica.
Nuestro cambio personal, la conversión de nuestro estilo de vida, lleva tiempo. [leer más]

¡Hagamos la prueba!
Daniel hizo propósito de no contaminarse con los manjares y el vino de la mesa real, y pidió al jefe de eunucos que le dispensase de esa contaminación: «Haz una prueba con nosotros durante diez días: que nos den legumbres para comer y agua para beber. Compara después nuestro aspecto con el de los jóvenes que comen de la mesa real y trátanos luego según el resultado». El jefe de eunucos aceptó la propuesta e hizo la prueba durante diez días. (Dn 1, 8.12-14).
He aquí un texto no muy conocido de la Biblia. Daniel y sus compañeros proponen seguir durante un periodo de tiempo -en este caso, diez días- una dieta específica. Y luego evaluar el resultado y actuar conforme a ese resultado. El principio es antiguo como el mismo texto. Y perfectamente actual. [leer más]

La regla del 80 % Objetivo y esfuerzo
Toni Lodeiro, en las primeras páginas de su libro Consumir menos, vivir mejor (con un montón de ideas prácticas para vivir de forma más saludable, sostenible y solidaria) señala algunos consejos sobre “Cómo vivir a contracorriente sin amargarnos en el intento”. Uno de ellos es un principio interesante: Las mejoras hasta el 80 % de “lo ideal” son positivas. A partir de ahí, cada paso que damos nos resta más energía de la que nos aporta. Es verdad: cuando nos planteamos un objetivo hacia una vida más saludable, sostenible y solidaria, dar los primeros pasos resulta sencillo y fácilmente gratificante. Después cuesta algo más, pero seguimos recibiendo retornos positivos de nuestro esfuerzo. Hasta que llega un punto (este autor lo fija en torno al 80% de lo ideal) en que cada paso que damos supone un esfuerzo tal que ya no merece la pena, pues supone un desgaste desproporcionado, a costa de sacrificar otros aspectos. [leer más]

Cada uno desde donde está y hasta donde puede
Parece un principio evidente que casi no habría que recordar. A nadie se le puede pedir que parta de una situación en la que no está, ni tampoco que llegue más allá de donde puede.
Es verdad que siempre hay personas atrevidas y capaces que, con fuerzas humanamente hablando incomprensibles, van mucho más lejos de lo que la mayoría es capaz de alcanzar. Hay que alegrarse por esos “profetas radicales” -o el nombre que queramos darles-, porque su ejemplo nos pone en tensión (en el buen sentido) hacia esos comportamientos extremos. Pero sería erróneo y frustrante concluir que todos debemos comportarnos de la misma “heroica” manera. [leer más]

Sin dejar de ser felices
Lo importante no es mostrar que se puede vivir de esta manera sino mostrar que se puede ser feliz viviendo de esta manera. Si el esfuerzo por vivir así nos hace perder las alforjas de la alegría, del entusiasmo y la esperanza, entonces es que hay algo fundamental que nos hemos dejado por el camino y lo mejor que podemos hacer es retroceder y recuperarlo.
¿Es posible experimentar compasión por los necesitados, trabajar por y junto a ellos y a la vez ser feliz? ¿Es posible simplificar nuestra vida, decrecer en nuestras supuestas necesidades, llevar una vida sobria, y seguir siendo felices? [leer más]

Radicales sin radicalismos
Radicales sí. Lo que nos traemos entre manos es muy serio. Que nuestra manera de comportarnos esté causando sufrimiento a otras personas no es algo para banalizar. Pero dejemos los radicalismos, los fundamentalismos y, en general, las posturas extremas contraproducentes.
Ésta es una oferta para todos, no solo para héroes. Se trata de que todos vayamos cambiando, cada uno desde donde está y hasta donde puede, apoyándonos y estimulándonos unos a otros. Los radicalismos muchas veces tienden a asustar y a ser rechazados. Dejemos las posturas extremas para esas personas (que las hay) que han hecho la opción de centrarse con radicalidad en un aspecto determinado. [leer más]

Juntos es más fácil
Aunque cada vez somos más los que vamos descubriendo y dando pasos en la transición hacia otros estilos de vida, lo cierto es que todavía seguimos siendo una minoría. Y, muchas veces, una minoría dispersa. Por eso es tan necesario juntarse con otras personas con las mismas inquietudes. Otros con quienes poder hablar sin sentirnos “bichos raros”, poder compartir dificultades y frustraciones, pero también logros y estrategias de cambio, fuentes de información y recetas prácticas (incluso de cocina). Pero, sobre todo, un ámbito donde sentirse menos en soledad.
Buscando un poco, acaban apareciendo. Y entonces nos damos cuenta de que no estamos tan solos, que hay otras personas como nosotros, con planteamientos parecidos, cada uno desde donde está y hasta donde puede. [leer más]

No hay nada como el (buen) ejemplo
La mejor manera de transmitir una idea es vivirla, y vivirla de forma auténtica y apasionada. Las cosas importantes se transmiten viviéndolas mejor que contándolas.
Ya no estamos para discursos del estilo de “hay, que”, “deberíamos”, “tendríamos que”… En nuestro contexto cultural, ese lenguaje ya no mueve a casi nadie.
Hablemos, sí, pero sin discursos doctrinales. No se trata de “convertir” a otros sino en todo caso que esos otros “se conviertan”. La conversión, en los estilos de vida y en todo, no se puede imponer ni encajar desde fuera (y cuando se hace se constata lo contraproducente que resulta). No se trata de vencer sino de convencer; más aún, de suscitar el convencimiento. [leer más]

Unidos por el sentido común
Una de las características de las primeras manifestaciones del Movimiento 15M fue la creatividad de sus eslóganes. En una de sus pancartas podía leerse “Unidos por el sentido común”. Y También “esta revolución no es de izquierdas ni de derechas, es de sentido común”. En el ámbito de la conversión de los estilos de vida, también podemos decir que lo que nos motiva y nos une es el sentido común, la sensatez, lo que es mejor para todos, el bien común.
Nos dicen que la concentración de CO2 en la atmósfera se ha disparado desde la Revolución Industrial. Y parece que hay una vinculación entre esto y el aumento global de las temperaturas en la superficie terrestre. Los científicos advierten que el cambio climático es fruto de la contaminación provocada por el humana. ¿Será verdad? [leer más]

¿Por dónde empezar?
He aquí una pregunta frecuente en quienes se interesan en adentrarse en la transformación de su estilo de vida. Y para quienes ya llevan un tiempo dando pasos, la pregunta puede ser: ¿qué es lo primordial, lo prioritario, lo más importante que hay que tener en cuenta? Las respuestas variarán siempre de unas personas a otras. Aquí va un doble consejo.
Empieza por lo que más te motive. Aquello para lo que te sientas más motivado y capacitado. Todo es importante y no podemos atender todos a todo. ¿Por dónde empezar? Por aquello en donde te sientas más “en tu salsa”. Puede ser la alimentación, o la denuncia de las injusticias, o la acción compasiva, o la espiritualidad… [leer más]

Descargar PDF “Diez claves para un estilo de vida en conversión” (12 páginas), preparado para imprimir en “modo folleto”.

Biatropia

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Acogida de Emigrantes en Cadiz

 Damos gracias a Dios por las numerosas congregaciones religiosas y organizaciones religiosas en todo el mundo que brindan apoyo a los migra...