Autor: ELISE MILROY, “WALK FREE” DE LA UNIVERSIDAD DE OCCIDENTE - AUSTRALIA
El reciente nombramiento del Primer Ministro de Etiopía, Abiy
Ahmed, está anunciando una nueva era de paz en el Cuerno de África. El anterior
primer ministro renunció en febrero, después de meses de disturbios y manifestaciones
mortales, en protesta por los abusos a los derechos humanos. Hace poco tiempo,
el primer ministro Ahmed ya ha firmado un tratado de paz con la vecina Eritrea,
que ha puesto fin a la guerra y al enfrentamiento militar entre los dos países.
El progreso prometedor incluye la liberación de los presos políticos y la
reciente reapertura de los cruces fronterizos.
Estos son procesos muy bienvenidos, ya que los dos países han
estado sometidos a décadas de violencia étnica prolongada, incluido el horroroso
genocidio de las personas de etnia Amhara. El genocidio Amhara ha recibido poca
cobertura en los medios de comunicación, pero redujo la población Amhara en, al
menos, 3 millones de personas por las acciones militares, asesinatos en masa y
supuestas esterilizaciones masivas de mujeres jóvenes, valiéndose de
inyecciones de anticonceptivos.
El conflicto en la región ha provocado que casi un millón de
etíopes se hayan desplazado de sus hogares. Cada mes, unos 2.500 refugiados
eritreos llegan a Etiopía, incluido un gran número de menores no acompañados.
Las personas desplazadas son altamente vulnerables a la explotación, incluida
la esclavitud moderna. El Índice Global
de Esclavitud 2018 estima que hay más de 600.000 víctimas de la esclavitud
moderna en Etiopía, lo que representa una tasa de 6,1 víctimas por cada 1,000
personas. Eritrea tiene la tasa más alta estimada de esclavitud moderna en toda
África, con 93 víctimas por cada 1.000 personas: unas 451,000 víctimas. Según
el Índice, las respuestas del gobierno de Etiopía se ubican en el puesto nº 15
dentro de África.
La esclavitud moderna en Etiopía se presenta de varias
formas, incluyendo la explotación laboral forzada, la explotación sexual
forzada, la explotación sexual comercial de niños y el matrimonio forzado. Las
mujeres y los niños son víctimas de la trata con fines de trabajo forzoso,
incluido el trabajo doméstico, el tejido, el trabajo agrícola o la mendicidad.
Etiopía también tiene altas tasas de matrimonio infantil, con
dos de cada cinco niñas casadas antes de la edad legal de 18 años, casi una de
cada cinco niñas se casa antes de los 15 años. En la región de Amhara, las
tasas de matrimonio infantil son aún más altas. El gobierno etíope se ha
comprometido a eliminar el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina
en Etiopía para el año 2025. Una tradición etíope llamada telefa incluye el secuestro y la violación de niñas. El embarazo
posterior de la niña se utiliza para justificar el matrimonio. Aunque se hizo
ilegal en 1996, la telefa,
supuestamente, todavía se practica en las zonas rurales del noreste de Etiopía.
Trágicamente, el pueblo amhara ha sido sometido continuamente a violencia
extrema y al exterminio sistemático.
A pesar de este inmenso telón de fondo de desafíos, hay
grandes esperanzas de paz y reforma, tras el nombramiento del nuevo Primer
Ministro. Sin embargo, la realidad es que la violencia étnica continúa con
incidentes tan recientes como el de septiembre de 2018, que desplazó a más de 900 personas y mató a 23. Los desplazados
y los afectados por el conflicto son altamente vulnerables a la esclavitud
moderna, como lo demuestra una investigación reciente de la Fundación Walk Free. No es sorprendente que, dado
que el conflicto a menudo resulte desorganizado o desmantelado, sin leyes, dañe
las infraestructuras y limite el acceso
a la educación, la salud, los alimentos y el agua (GSI, 2018). Aunque hay
signos prometedores de progreso, todavía queda mucho camino por recorrer para
combatir la violencia y la discriminación, profundamente arraigada en el Cuerno
de África. La comunidad internacional debe mantenerse alerta, monitorear el
progreso del nuevo gobierno y garantizar que se proteja a las personas más
vulnerables en tiempos de inestabilidad y conflicto.
Traducido del inglés